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La biblioteca pública: Una cuestión de orden

Foto del escritor: Álvaro Díez MorenoÁlvaro Díez Moreno

Actualizado: 9 mar 2020


Iniciamos con este una serie de posts dedicados a las bibliotecas municipales de Lima.


¿Se imaginan acceder a Internet y que en vez de encontrar un buscador la web nos exigiese introducir la dirección exacta del sitio? Ya saben, escribiendo: “www.loquesea.com, enter.


Para los que tenemos algo más de edad no es ninguna novedad, pues internet en sus comienzos funcionaba de esta manera, sin motores de búsqueda. Era necesario introducir la dirección exacta de cada página que visitabas. Luego aparecieron los buscadores, como el archiconocido Google, que encaminaron las cosas hacia una forma de navegar mucho más sencilla e intuitiva donde cada término arroja una serie de resultados emparentados con él.


Ahora cambiemos la web por una biblioteca, como la de nuestros distritos limeños, y el buscador Google por un bibliotecario. ¿Se imaginan entrar a una biblioteca a por un libro y no saber dónde está colocado entre los más que probables cientos de volúmenes o no tener acceso directo a ese archivo? Lamentablemente, esa es la situación de algunas bibliotecas distritales.


En sus orígenes el bibliotecario, a falta de herramientas digitales, era una persona cuya función era la de mantener la organización y conservación de los volúmenes que componían el sagrado recinto. No sólo eso, además sabía con detallada minucia qué volúmenes componían las estanterías de la biblioteca, dónde encontrarlos e incluso, de qué trataban. Sin duda una función fundamental y principal para cualquier usuario que se adentrara en el templo del saber.


La moderna Biblioteconomía, la ciencia que se encarga del estudio y gestión de los espacios bibliográficos, establece por encima de las colecciones a los usuarios, es decir, lo importante no es cuántos libros tenemos dentro de una biblioteca o cómo de valiosos son: un libro es importante en cuanto tiene un lector. Eso es lo primordial.


Lima está en proceso de una consolidación bibliotecaria integrada a nivel distrital y departamental. La municipalidad de Lima pone a disposición de los usuarios la web “Lima Lee” que pretende ser un catálogo digital integrado por todas las bibliotecas distritales de Lima.


Sin embargo, existen varios inconvenientes. El primero y más llamativo es que no todas las bibliotecas están dentro de la red, debido a que las municipalidades competentes no catalogan sus archivos o son de reciente creación (entre otros motivos) como la biblioteca de La Molina o la de San Miguel, entre otras. El segundo es que en la plataforma “Lima Lee” podemos encontrar problemas para la ubicación de los libros ya que existen errores de información como el de la foto, ocasionados por un mal uso por parte del usuario o de la red de bibliotecas. Aparte quedan, además, cuestiones como la afiliación al servicio o la reserva de libros.


Error de archivo

Por poner algunos ejemplos de prácticas a mejorar: las bibliotecas apilan los libros como podemos observar en la foto (libros que por otro lado suelen estar viejos, desactualizados y no responden a un criterio archivístico actualizado, pues provienen en muchas ocasiones de donaciones); no existe catalogación o es escasa; otras veces, ni siquiera tienen un acceso del público al archivo bibliotecario, en caso de querer un libro se debe consultar con el bibliotecario, cumplimentar un ficha como la de la foto y entregarla al bibliotecario encargado del catálogo. ¿Es una biblioteca aquella a la que ni siquiera se pueden acceder a los libros de forma directa, en la que no hay siquiera estanterías?

Libros apilados sin catalogación
Formulario de petición de libro

Cabe mencionar también la falta de facilidades para la afiliación, incluso para el estudio. En la mayoría de bibliotecas es necesario un carné, lo que implica un tasa y una gestión administrativa por parte del usuario para poder formalizar su afiliación que, además, sólo le servirá para el acceso a esa biblioteca determinada. En caso de acudir a otro distrito deberá realizar el mismo proceso. Y de no ser el distrito donde vive, probablemente tendrá más dificultades para la afiliación.


Por otro lado, muchas bibliotecas ni siquiera cuentan con wifi o es de acceso restringido, además de la carencia de facilidades tecnológicas tan simples como los enchufes, tan necesarios para muchos usuarios que portan equipos electrónicos.

Requisitos para obtención de carné
Falta de adaptación tecnológica

¿Cumplen entonces las bibliotecas con una efectiva facilidad de uso y por tanto con un rol eficiente conforme a los postulados de la UNESCO? La respuesta es un rotundo NO.


Al igual que en la mayoría de países, la Biblioteca Nacional, en este caso la BNP, es la encargada por ley de regir a nivel nacional el sistema de bibliotecas, cuestión de primerísima actualidad y que abordaremos en siguientes posts.


En resumen, queda mucho camino por recorrer para alcanzar una integración eficiente entre bibliotecas públicas que cumplan con los principios establecidos por la UNESCO en su Manifiesto sobre la Biblioteca Pública de 1994 y que pongan en consonancia a las bibliotecas públicas de Lima con el de otras urbes de la región y del mundo.

1 comentario


dmontoyachomba
26 feb 2020

Esta es una parte del problema Álvaro. En la BNP, para el caso de Lima y Callao contamos con un mapa de bibliotecas públicas a manera de semáforo, donde podemos ver que municipalidades incluyen en su ROF el servicio de biblioteca. Si no esta allí, simplemente no hay sostenibilidad del servicio público

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